No sabemos si son las ganas reprimidas durante la postemporada o los efectos del largo encierro provocado por este invierno tan peculiar, pero todo ha sido pronunciar la palabra mágica «MARZUELOS» y el personal se ha echado al monte con un entusiasmo y en número inusual para las fechas.
El pasado fin de semana, el centro se nos llenó de visitas ávidas de actividad como si estuviéramos en plena temporada y nosotros encantados y agradecidos, por que también teníamos mono del contacto con la aficción.

Un momento cualquiera a lo largo de la mañana.