José Galán está en racha.

¿ Que os parece el cacho Boletus Pinícola que exhibe orgulloso en esta foto y que podría albergar a una familia numerosa de pitufos? Y dice que no es la más grande de su cosecha. Pues ya me gustaría a mi encontrar me a la hermana mayor esperándome en mi cocina. Y es que esta maravilla de la micología, Boletus pinícola o Boletus pinophilus, no solo es grande por tamaño,que a la vista está y con frecuencia supera los 30cm de sombrero y de base, la cual suele ser tan ancha o más que el sombrero, lo es además por sus características culinario/gastronómicas, siendo uno de los comestibles más apreciados, con el sabor y aroma característicos de sus parientes, algo más suave que el edulis o el aereus, y con una carne más consistente que le confiere una mayor versatilidad en la concina. Por si fuera poco, tiene una larga vida en el frigorífico y gana en aromas con la desecación, con lo que ya casi roza la perfección, justificando el que más arriba le llamara maravilla de la micología. Añadidle a todo esto el efecto sicológico en el recolector. Menudo subidón es eso de ir escudriñando entre los yerbajos en busca de nada despreciables pero menos aparatosas variedades y, de sopetón, darte de morros con esas cosas. Y lo bien que quedan en las fotos. El único peligro que representa es la, no fácil pero posible, confusión con el Boletus felleus (Tylopilus felleus) que no es tóxico, pero tiene un sabor asqueroso.  
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